Recuerdo perfectamente la casa del pueblo de mis abuelos, en las que he pasado prácticamente todos los veranos de mi infancia, desgraciadamente ya no se puede entrar y apenas le quedan dÃas en pie por delante, los años de ausencia han acabado con ella y tenemos que decirle adiós.
No he podido evitar ponerme algo nostálgica al ver estas imágenes ya que muchos de los muebles me recuerdan a los que habÃa allÃ, y aunque algunos han salido para comenzar otra vida mejor, con otro color e incluso otro uso, otras muchas pertenencias se quedaran allÃ.  He pensado que para los amantes del los muebles recuperados estas imágenes serán sin duda una fuente de inspiración!